Antes del año 3000 a.C., en el Antiguo Egipto se escribía sobre papiro que se fabricaba con un vegetal denominado Cyperus papyrus, este fue el primer material que presentó propiedades asociadas al papel.
Sería en el s. II a. C. cuando en China, el eunuco Cai Lun, consejero del emperador He de la dinastía Han Oriental, empezó con la fabricación del papel similar al de hoy en día. Durante unos 500 años, el arte de la fabricación de papel estuvo limitado a China; en el año 610 se introdujo en Japón y alrededor del 750 en Asia Central. El conocimiento se transmitió entonces a los árabes, quienes lo introducirían en el siglo XI en España . A partir de este momento se difundió la técnica a Sicilia, Italia y el Sur de Francia desde donde se propaga por todo el continente.
El papel es una delgada lámina elaborada a partir de una pasta de fibras molidas y mezcladas con agua, que generalmente se blanquea. El papel y el cartón están fabricados principalmente a partir de “fibra o celulosa virgen”, obtenida directamente de la madera, o de “fibra recuperada” obtenida a partir de papel y cartón. Dependiendo del tipo, el papel puede reciclarse entre cuatro y diez veces.
La mayor parte de la pulpa para papel proviene actualmente de la madera y una pequeña parte de otras fibras.
La pasta es la materia prima utilizada para fabricar papel a partir de la desfibrilación de la madera por diferentes procesos:
Según su uso, básicamente hay cuatro grandes grupos de productos papeleros: